Conocida en el mundo del espectáculo como Carmita, Carmen Ignarra era una visionaria cubana que anhelaba conquistar los escenarios mexicanos. Nacida en la isla caribeña,el 30 de Marzo de 1927, exactamente en la ciudad de Cienfuegos, desde su más tierna infancia se sintió atraída por el arte dramático, lo que la llevó a tomar clases de actuación apoyada siempre por su familia. Su carisma y talento múltiple pronto la llevaron a experimentar en varias facetas artísticas, incluida la grabación de un álbum narrativo a la edad de 16 años. Pero la verdadera oportunidad para destacar internacionalmente parecía presentarse cuando conoció a Santiago Reachi Fayad, un magnate libanés del cine que se convirtió en una figura clave en su vida, aunque quizás no del modo que ella habría deseado.
Reachi Fayad, un hombre de gran influencia en la industria del cine y descubridor de otros talentos como Mario Moreno Cantinflas, prometió a Carmita la oportunidad de participar en una película dirigida por el famoso Luis Buñuel. Convencida de que este proyecto sería su billete a la estrellato global, Ignarra decidió trasladarse a México. Sin embargo, una vez en el país azteca, su carrera parecía estancarse, plagada de ofertas mediocres que no correspondían al sueño que se le había prometido. Con el tiempo, se hizo evidente que no formaría parte del proyecto cinematográfico que había sido el anzuelo para su traslado.
Aquí es donde las cosas toman un giro melodramático digno de una telenovela. Dos relatos contrastantes emergen para explicar su decepción profesional. Según Carmen, Reachi Fayad, quien para entonces se había convertido en su esposo, fue el arquitecto de su fracaso, queriendo que ella abandonara su carrera desde el principio. En cambio, la versión popular difundida en los medios sostenía que la oferta para trabajar con Buñuel nunca existió y que todo había sido un ardid para sacarla de Cuba y casarse con ella. A pesar de esta amarga experiencia, Carmita optó por hacer de México su hogar permanente, alejándose de la fama pero nunca del amor por el arte. Falleció en Monterrey, el 1 de Agosto del 2017 a los 90 años de edad, donde residía en una gran casa con el hombre que, para bien o para mal, cambió el rumbo de su vida.

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