José Martí, el héroe nacional de Cuba y uno de los más grandes poetas y pensadores latinoamericanos, vivió en una época en la que el comunismo como ideología estaba aún en sus fases formativas. Martí expresó reservas sobre algunas de las ideas que más tarde serían asociadas con el comunismo ortodoxo.
Martí vivió en el siglo XIX y murió en 1895, mucho antes de que se establecieran regímenes comunistas como el de la Unión Soviética. Sin embargo, era contemporáneo de figuras como Karl Marx y Friedrich Engels, y estaba familiarizado con sus trabajos. Martí pasó gran parte de su vida en Estados Unidos y estuvo expuesto a varias corrientes de pensamiento político, incluido el socialismo.

En sus escritos, Martí mostró preocupación por la justicia social y abogó por la independencia y la autodeterminación de los pueblos de América Latina frente a la dominación extranjera, especialmente de Estados Unidos y España. Sin embargo, también expresó críticas al materialismo y a la lucha de clases como el motor exclusivo de la historia, conceptos asociados con el marxismo.

En su ensayo sobre la Exposición de Chicago de 1893, Martí escribió sobre el peligro del «monstruo naciente» del «comunismo impracticable», argumentando que podía llevar a una tiranía similar a la que buscaba combatir. Pero sus críticas estaban más orientadas hacia las formas extremas y dogmáticas del socialismo y comunismo de la época que a la idea de una sociedad más justa e igualitaria per se.
Su pensamiento era complejo y matizado, y estaba más centrado en la libertad, la autodeterminación y la justicia social que en adherirse a cualquier ideología política en particular.

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