El corazón de los cubanos libres se ha roto. Hoy nos despedimos de Cary Roque, una patriota cubana, exiliada y expresa política que entregó su vida por la lucha de la libertad en Cuba. Sabíamos de su delicada salud en un hospital de Miami, y hoy, con una tristeza que no se puede expresar con palabras, confirmamos su partida. Cary fue una guerrera en el más puro sentido de la palabra, un faro de coraje y determinación que inspiró a generaciones de cubanos a nunca rendirse ante la opresión. Cary siempre tuvo un gesto de amor y solidaridad para con todos, que ejemplifica la nobleza de su espíritu.
Los ojos se nos llenan de lágrimas al pensar que Cary no pudo ver concretado el sueño de una Cuba libre. Su legado no se mide en metas alcanzadas, sino en las vidas que tocó y en la inspiración que dejó en todos aquellos que la conocieron. Como periodista excepcional, Cary sabía la importancia de las palabras y las historias, pero fue su vida misma la que se convirtió en el relato más impactante. Su lucha en contra de la tiranía no fue en vano; dejó una huella indeleble en la comunidad cubana y en la causa de la libertad humana. Cary Roque se va, pero su espíritu de lucha y los principios por los que vivió permanecerán como un eterno faro de resistencia y esperanza.
Mientras el mundo sigue girando y otros patriotas continúan la batalla que Cary no pudo ver finalizada, nos queda el consuelo de saber que su alma ahora descansa en paz, recibida en el cielo como el ángel de luz que fue en esta tierra. Y aunque duele profundamente su partida, sabemos que personas de su estirpe no descansan jamás; su legado es un perenne llamado a la resistencia, a la dignidad y al amor por la patria. Cary Roque, tu lucha no fue en vano y tu memoria será eternamente venerada. Que Dios te acoja en su santo templo y te bendiga por siempre. Tenía 82 años.
